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Este año, la segunda cita fuera de Europa que acoge el Mundial de Superbikes vuelve a ser clave. El fin de semana de Monza, pese a las dificultades a las que hizo frente el equipo, confirmó el paso delante de Max Biaggi, que ahora quiere dar un golpe sobre la mesa ganando en Miller. Con el apoyo de los aficionados locales, que siempre acogen calurosamente a Biaggi por su popularidad, el campeón del mundo necesita dos buenos resultados.

"Tengo muy buenas memorias de Miller", recuerda Biaggi, pues "el doblete del año pasado nos puso al frente de la clasificación y fue el primer gran paso para conquistar el título", reconoce el campeón. "Siempre me ha gustado correr en Estados Unidos, hay muchos fans y se hacen notar", declaró el italiano, que califica de "muy técnica" una pista que tiene "secciones donde es muy importante dar con la puesta a punto de la moto". Por esta razón, "necesitamos comenzar con el pie derecho desde la primera sesión de libres hasta la carrera", esto es, "concentrados al cien por cien".